Pusuke, el perro japonés que ostentaba el título el perro vivo más longevo del mundo, falleció este lunes en su casa a los 26 años.
Su devastada dueña, de 42 años, indicó que Pusuke actuó normal hasta el lunes por la mañana, cuando dejó de comer y respiraba con dificultad. Por la tarde, su dueña regresó a casa y unos 5 minutos más tarde él moría como si hubiese esperado por ella.
Lectores, el perro que más ha vivido del que se tiene constancia, fue un perro australiano que llegó a los 29 años. Ojalá nuestras mascotas llegasen como Pusuke a sobrepasar los 182 años humanos.
0 comentarios:
Publicar un comentario