Llevamos una vida tan estresante, que a veces te dan ganas de mandarlo todo a la mi***a y cortar por lo sano. ¿Quién no lo ha pensado alguna vez? ¿Y cuántas veces has estado a puntito de perder los nervios?
Eso mismo le pasó a estos dos chicos que estaban trabajando y al volver al furgón, una señora agente les había dejado un regalito en forma de multa. Mientras el conductor discutía que no, que había sido un momento y que no merecían pagar nada, su compañero se hartó y decidió que la conversación se atajaba cortando el problema de raíz.
Y eso mismo hizo: cortó el parquímetro en dos.
La señora agente buscando cobijo, no tiene desperdicio.
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